martes, 28 de mayo de 2013

INTEGRACIÓN CURRICULAR DE LAS TICs: 
CONCEPTOS E IDEAS
                                            Jaime H. Sánchez


Queridos lectores: 
El día de hoy el tema seleccionado es cómo deben integrarse curricularmente las tecnologías. Los docentes deben poseer la tecnología, aprender a usarla, pero saber integrarla al currículo pedagógicamente. 

En primer lugar, el concepto de integrar se refiere a unir partes a un todo. 
En primer lugar, el concepto de currículum, se refiere a un conjunto de resultados de aprendizaje basados en la enseñanza, principios y concepciones didácticas. Esto debe articularse e integrarse con las tecnologías. Pero, ¿qué es integrar?. Integrar se refiere a unir partes a un todo, implica articular las TICs en las metodologías y la didáctica que facilita el aprendizaje del estudiante. Se trata de valorar sus posibilidades didácticas en relación con objetivos y fines educativos, poniendo énfasis en que el centro es el aprender y no la tecnología en sí misma. De esta manera, integrar implica planificar según las necesidades y demandas educativas, usar las tecnologías en el aula, para apoyar las clases, como parte del currículum, para aprender el contenido de una disciplina, en donde los alumnos desarrollen habilidades y sean capaces de seleccionar herramientas tecnológicas para obtener información en forma actualizada, analizarla, sintetizarla y presentarla  en forma adecuada. Es por esto, que se debe asumir un cambio de rol en el alumno y profesor, valorar las posibilidades didácticas de la tecnología, que el curriculum oriente el uso de las TICs y centrarse en que los estudiantes aprendan. 

Por otra parte, es fundamental distinguir entre integración curricular e integración de las TICs. El primer concepto alude a integrar las TICs y articularlas en el desarrollo curricular, donde el propósito sea el aprender y que la tecnología sea una herramienta para estimular el desarrollo de aprendizaje de alto nivel. De lo contrario, es la integración de las TICs, donde el centro es la tecnología y no el aprender, sin un objetivo curricular determinado. 

Por otra parte, se distinguen tres niveles para llegar a la integración de las TICs. El primero de ellos es el apresto que se considera como los primeros pasos al conocimiento y uso de las TICs, venciendo el miedo. Luego está el uso, que se refiere a conocer y utilizar las TICs para diferentes tareas, sin un propósito claro. Que los profesores las usen para preparar las clases, apoyando las tareas. Finalmente el nivel de integración corresponde a relacionarlas con el currículum para un fin educativo específico, incorporando, articulando y apropiándose de las TICs. 

Finalmente, se proponen distintos niveles de integración curricular de las TICs, presentando seis formas de utilización de las tecnologías en el ámbito curricular: 

1) ANIDADA: Implica que en una asignatura el profesor estimula el trabajo de distintas habilidades de pensamiento, social y de contenido utilizando las TICs. 
2) TEJIDA: Un tema es relacionado con otros contenidos y disciplinas

3) ENROSCADA: Articular habilidades sociales, de pensamiento, inteligencias múltiples, tecnología a través de varias disciplinas. 

4) INTEGRADA: Unir asignaturas en la búsqueda de superposiciones de conceptos e ideas, utilizando las TICs. 

5) INMERSA: Los estudiantes filtran el contenido con el apoyo de las TICs a partir de su propia experiencia. 

6) FORMA EN RED: El alumno genera conexiones internas que lo llevan a interacciones con redes externas de expertos en áreas relacionadas, usando las TICs. 



Finalmente podemos concluir que las tecnologías son herramientas de orientación didáctica para construir nuestras clases. Sin embargo, éstas no deben ser el centro de atención, sino que poner énfasis en el aprendizaje, considerando sus necesidades y niveles educativos. 


Autoras:
Magdalena Menichetti
Constanza Larrain
Camila Ruiz
Josefina Valenzuela





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